miércoles, 16 de enero de 2013

Fünfte Tag.

Empiezo con un Gute Nacht antes de nada, que viendo las horas que son... La verdad es que hoy se me echó el tiempo encima.

Como viene siendo costumbre durante esta semana, me levanté sobre las seis de la mañana.
Me preparé, preparé mis cosas para clase, y subí para empezar a preparar a los niños para que fuesen al Kindergarten.
Mientras subía, estaba convencida de que sería un día entre comillas perfecto, que las clases no se me harían muy duras y que los niños no darían mucha guerra. Inocente yo. Y tanto...
La verdad es que hoy fue uno de los días más horrorosos. Sé que llevo diciendo esto unas cuantas veces, pero es que siempre tengo la sensación de que el día siguiente será mejor y siempre, always, stets, como queráis decirlo, me equivoco.
Bueno, el caso es que, entro en el salón para decirle a Leoni que suba a vestirse y lo primero que oigo, ya de mañana, es un NEIN del tamaño de una catedral.
Pues nada. Lo dejo estar un poco más viendo la tele y me voy a preparar la bolsa de la comida de el y de Marina. También subo a por Laura que empezó a llorar. La bajo al salón y la dejo con Marina para que me de tiempo a preparar las cosas, e intento de nuevo que Leonidas se vaya a vestir. Otro nein, esta vez con gritos incluidos.
Desisto.
Me voy a la cocina a preparar los lunchbox. Mientras, miro por la ventana y veo que a la noche a nevado muchísimo, que toda la carretera esta cubierta de nieve y la gente la está apartando de las puertas.
Entretanto, mi día se va haciendo un poco más negro en comparación al blanco dominante del exterior.
Termino de prepararles la merienda y vuelvo a intentar subir a Leo, no hay manera.
Cojo a Laura y la subo, la voy vistiendo y al rato, baja Jess. Le explico que soy incapaz de que Leonidas suba a cambiarse. Baja a hablar con el .
Sigo cambiando a Laura. Cuando termino, voy a la habitación del niño y cojo la ropa para bajársela, a ver si así consigo que se cambie... Total, que se cambia en el salón.
Intento también que suba Marina después de estar Leonidas listo, pero la respuesta sigue siendo la misma.
Se ve que está siendo mi día, eh?
Subo y bajo también su ropa. Y por fin están vestidos.
Pongo las cajas de las comidas en las mochilas, me falta la de Leo, donde está? En el jardín. Ole. "Mochila a la nieve", receta especial de Munich.
A las siete viene el autobús.
Me termino de preparar y salgo de casa sobre las siete y media.
Hoy tengo que coger el tren yo sola, y la estación está a unos diez minutos. Ayer viniera con Sandra así que más o menos, recuerdo el camino.
Caminando hacia allí, voy pensando en lo mal que empezó mi día, en las ganas que tengo de abandonarlo todo, pero, por una parte y como alguien ha dicho, dejarlo ahora es una tontería. Intento pensar en otra cosa pero es que los "Nein" me acorralan.
Llego a la estación corriendo, casi pierdo el tren entre una y otra ensoñación.
No me pierdo, así que eso motiva bastante.
Llego a clase, la cuál no se me presento, en un principio, muy difícil.
Repetimos las cosas de ayer para no olvidarnos, así que eso bien. Y las cosas nuevas... bueno, como tengo ya Internet en el móvil, me fui más o menos enterando de más cosas que los otros días.
Empecé a hablar con los italianos hoy en el recreo, la verdad es que son majos. Hay tres chicas y un chico: una chica y el chico trabajan en una Gelatería, la otra estudia y la otra es babysitter. Pero bueno, por lo menos alguien con quien me entiendo sin ser en alemán. Y así aprendo un poco de italiano.
La verdad es que, en la segunda parte de la clase, me ayudaron con bastantes cosas que no entendía.
Acabamos la clase y vuelta al tren para ir a casa.
Llegué sobre las dos, más o menos, porque tuve que parar otra vez en Marienpatz a por unos libros que me faltaban.
Hoy había pasta de comida. Dios qué rica estaba!! De verdad, y por hambre no era, que hoy tomé como unos tres cafés en toda la mañana que si no me moría en clase...
Eso, que la pasta estaba buenísima. Era con salsa de queso y brécol. War sehr gut!!
Acabé de comer, me puse con unos ejercicios de clase y luego estuve limpiando la casa.
El salón, la cocina, y luego subí a los dormitorios de los niños. En el de Marina no se podía entrar porque está aquí una amiga de ella y estaban jugando, así que me puse en el de Lau y Leoni a organizar los armarios.
Acabé sobre las seis, más o menos. Organicé un poco mi cuarto y luego hice una llamado por Skype.
Por la tarde estuvo aquí la hermana de Jess con sus dos hijos, uno es de la edad de Laura y otro más pequeño.
Cenaron aquí y se marcharon pues aproximadamente sobre las ocho de la tarde.
Y ahora es cuando mi día se vuelve lo siguiente a negro.
Me quedé sola en casa con Laura (que estaba durmiendo ya), Marina y Lara (la niña que duerme hoy aquí). El caso es que, ellas habían estado jugando en el salón toda la tarde, después de que yo limpiase, y tenían todo tirado, juegos, algo de paja de la jaula de los conejos y no sé que más cosas. Así que le dije a Marina que lo recogiesen mientras yo acababa de recoger la cocina. En un principio todo genial, pero a los dos minutos, porque no pasaron más, me viene Marina a la cocina, me coge del brazo y me lleva al salón. Allí me dice (con gestos, obviamente), que recoja yo todo lo que tienen por ahí ziscado. Me gustaría ver la cara que se me quedó, tuvo que ser graciosa.
Pero por dentro me sentí como la mierda, hablando claro, y me entraron unas ganas de llorar que bueno, innombrables.
Le dije que no, por supuesto, que yo estaba recogiendo la cocina, y ella se enfadó y empezó a patalear.
Yo no sabía que hacer, Lara me miró con cara de, bueno, déjala. Así que me fui a la cocina y seguí recogiendo.
Al poco empecé a oír portazos, gritos y patadas de Marina. Le dije que, por favor, no hiciese jaleo, que Laura estaba durmiendo.
Me respondió de una forma que la verdad, me dejó sorprendida, le volví a repetir que no hiciese ruido, a lo que contestó con una burla. Decidí dejarla, a su aire, y me fui en la cocina. El mundo se me echó encima.
Seguía dando portazos. Pasé de ella. Bueno, antes le di las gracias por despertar a Laura.
Al poco llegaron Jess y Sandra, y cogí los libros de alemán. Y hasta ahora estuve evadiéndome de la gran porquería de día que se me presentó hoy. Espero que mañana no sea igual, o por lo menos peor, porque me puede dar algo.
Y la razón de haber escrito tan tarde es porque estuve pasando a limpio toda la libreta y repasando todos los ejercicios del libro.

Creo que esta entrada es una de las más pesimistas que están subidas (si no es la que más). Espero no haberos aburrido con tanta verborrea, pero necesitaba escribirlo y contarlo. Libera tensiones.

Sin más, creo que no me queda nada atrás por contar, muy buenas noches, gracias por leer el blog día a día :)

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