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Buenas noches, muy señores/as míos!

La entrada de hoy será bastante cortita, como se viene repitiendo en los últimos días, ya que no hago mucho más allá que ir a clase y estar en casa con los niños.
Me desperté a las seis, con un dolor de cabeza lo siguiente a insoportable. Subí a la habitación de Laura, hoy fui incapaz de vestirla, por lo que bajó Sandra y la vistió ella... Primera cagada del día.
Cuando fui a buscar a Leoni a la habitación, no estaba, ni viendo la tele. Sandra me dijo que estaba arriba, que también están mal el y Marina... Pff!!
Por lo tanto, a la mañana no hice ni la mitad de las cosas que tendría que haber hecho... Desayuno un café rápido y un ibuprofeno, como no. Me parece que me dejará de hacer efecto y seré inmune.
Salí de casa sobre las siete y veinte para comprar el billete y, como podréis suponer, hoy no pasó el revisor; Sara y su sucia suerte.
Llegué a Múnich y me acerqué al súper a por un croissant porque sabía que si no, a media mañana y sin haber comido nada me encontraría mal. La verdad es que lo tomé a media mañana, después del café y sin ganas, por lo que creo que me sentó mal...
De la clase de hoy no me acuerdo ni de una palabra, estaba en cuerpo pero no en mente, por lo cuál se me hizo bastante larga.
Llegué a casa sobre las dos, porque tuve que parar en la librería a coger una libreta y otra vez el tren se fue en mis narices. Otra vez Sara con su sucia suerte al lado.
Llegué a casa y lo que más me apetecía era tirarme en cama, peeero no fue así. Sandra se fue a buscar a los niños y yo me quedé haciendo algunos deberes.
No ingerí más que una loncha de queso y me sentó como un plomo, estuve comiendo queso toda la tarde. Odio tener gripe y que por comer, me siente mal la comida.
Cuando llegaron del colegio, nos fuimos los niños y yo a un parque que hay a pocos metros de la casa. Estaba lleno de nieve. Jugaron un poco y a la media hora me dijeron que se querían ir. Así que allá volvimos a casa.
El resto de la tarde la pasé entre libretas, palabras ininteligibles alemanas y tele.
Cenamos a eso de las seis y media. Sandra hizo tortitas, de las típicas de las series americanas, que estaban buenísimas, pero una vez más, la comida me sentó mal. Dios!
Me duché y me tomé otro ibuprofeno, porque tengo la cabeza que realmente quiero deshacerme de ella de lo que me duele...

Y como veis, mi día se resume en bastante poco, en breves me iré a dormir así que, muy buenas noches y espero que hayáis disfrutado de la lectura.
Sara.